La correa es una de las partes más importantes del paseo, ya que funciona como canal entre tu perro y tú.
Por desgracia, nos seguimos encontrando a mucha gente usándolas mal, provocando así lesiones en su perro.
Eso unido con que la mayoría de fabricantes no entienden de perros y fabrican correas estéticas más que funcionales, nos lleva a tener material poco adecuado y peligroso.
¿Cómo debería de ser una buena correa?
Debería de tener como mínimo 3m, independientemente del tamaño. Para que así el animal pueda ir a su ritmo y oliendo.
Que esté fabricada de un material no abrasivo. Muchas veces nos encontramos correas que frente a tirones nos queman las manos; esto es peligroso tanto para el perro como para nosotros.
Que sea ligera. Hay que tener en cuenta que al final el perro la nota, cuánto más ligera sea más cómodo irá.
Si es plana será mucho más cómoda en nuestras manos que una cilíndrica, y además será más fácil de manejar.
Deberemos de aprender a manejarla para no liarnos, no hacernos daño con los tirones, equilibrar la fuerza si vamos con un perrete grande, etc…
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